Llevaba casi dos años viajando sevilla-madrid en autobús, 1.000Km fin de semana sí, fin de semana no. Y como no había otra opción, yo la mar de feliz, oiga. Hay que decir que los precios del AVE no son compatibles con la frecuencia y las urgencias del amor.
Pero por una cosa u otra, ha dado la casualidad de que he ido unas cuantas veces seguidas en AVE, me he acostumbrado y claro, ya no puedo con el autobús. Así que me resigno, pago la multa, cojo el tren y refunfuño, o bien, me ahorro una pasta, cojo el autobús, lo paso mal y refunfuño igual.
El conocimiento te hace libre pero no te da felicidad, eso seguro.
