Esta receta bebe a medias de la sabiduría infinita de internet y luego a partes iguales mitad intuída, mitad inventada. Pero está muy bueno, doy fe 😀
Después de repetir en el Kabuki el tartar de toro (es que es adictivo), hicimos varias pruebas hasta que salió algo que le recordaba. Y ahí os lo dejo:
– salmón en pequeños trozos (antes hay que dejarlo como mín. 3 días congelado)
– 2 yemas de huevos de codorniz (ó 1 yema de huevo de gallina)
– cebollino
– limón
– salsa de soja
– aceite de oliva
– un cuarto de cucharadita de salsa de trufa blanca (que es carísima, 20€ un tarrito, pero merece la pena)
– wasabi
Al salmón troceado se le echan las yemas y un chorreón de limón y se remueve bien.
Luego se le echa el aceite, la soja, la salsa de trufa blanca y el wasabi (con cuidadín que es muy fuerte). Se decora con cebollino troceado y se acompaña con arroz (hecho al estilo del sushi)
y ya
^_^