Vuelven los debates y otras cosillas.
Hacía tiempo que no curioseaba la tele en horas muertas, por desgana, desilusión… y hoy, de repente, me dejé sorprender gratamente. En la 2 había un ¿nuevo? programa de debate, «Enfoque», que hoy trataba de la violencia en las escuelas. El tema está de moda y tiene su poquito de polémica, justo lo que se busca en estos programas como un feliz reclamo.
Entre los llamados a cotorrear del tema, estaban un par de políticos, representación del profesorado y un guionista. Los políticos siempre son unos invitados imprescindibles (un debate de lo que sea no tiene glamour sin las perspectivas partidistas). El profesor estaba más bien callado el hombre. Y el guionista, con un nombre corriente y moliente (mi alzeimer precoz no me permite recordarlo), era el típico personaje con aspecto «normal», en este caso macarra, la mar de majo, de sabiduría infinita, que siempre dice justo lo oportuno y que en realidad está haciendo una labor tranquilizadora visualmente entre tanto enchaquetado, una representación del pueblo.
LLegué tarde, practicamente a las conclusiones, pero la del próximo jueves es sobre el cambio climático y no pienso perdérmela!
Y después… un programa cultural-poético-romántico, «Carta Blanca», unos diez personajes famosos de la cultura, llevan a sus personas admiradas a una mini entrevista. Algo ligerito, variado. Elvira Lindo, Jodorowski, Alaska, Sergi Arola, Juan Tamariz, … han sido escogidos como entrevistadores. Javier Cámara, Santiago Segura… cuentan un poquito de ellos. Me encantó la escenografía, minimalista, y unas velitas 🙂
Me gustó lo poco que ví, pero claro como siempre empieza la buena tele cuando nadie puede verla. Me acuesto que mañana hay q trabajar!
Claro, ella me preguntó que dónde estaba el conejo (… yo me relamía pensando los argumentos que tendría que darle para convencerla, porq esta niña es muy lista y no se conforma con cualquier explicación). Le indiqué que estaba dentro de la caja, durmiendo (…le dejé caer la bomba y esperé espectante su protesta). Lo miró unos segundos pensativa y luego me dijo: Ah! vale, muy bien! 